Spanish 
English Cuando se ha perdido una parte importante de un diente a causa de una caries o una lesión, pero aún así merece la pena salvarlo, una corona puede ser lo que más le convenga. Una corona fortifica y restaura los dientes dañados, permitiendo que funcionen y tengan el mismo aspecto que los dientes naturales.
Cuando un diente no se puede reparar o falta por completo, un implante dental con corona se considera la mejor solución. La segunda mejor solución suele ser un puente fijo de tres piezas que utiliza los dientes naturales a ambos lados del espacio. Se pueden utilizar puentes más largos para cubrir espacios más grandes.
Las coronas y los puentes los fabrica un protésico dental que utiliza el molde de sus dientes para determinar la forma y el tamaño exactos de la restauración. El proceso suele durar solo unas semanas para que puedas lucir una sonrisa perfecta.
La longevidad de una corona o un puente depende sobre todo de la salud dental y los hábitos de higiene del paciente. Las revisiones y limpiezas rutinarias, así como cepillarse los dientes y usar hilo dental con regularidad, le ayudarán a mantener su sonrisa durante muchos años.
Una corona o un puente pueden ser útiles en muchos casos. Aquí hay algunos que pueden aplicarse a su caso:
- Una corona puede cubrir y asegurar un diente agrietado o astillado.
- Un diente oscurecido o descolorido parecerá brillante y pulido después de que se añada una corona
- Un puente dental rellenará los espacios causados por dientes perdidos o extraídos.
- Una corona apuntalará un diente vulnerable tras un tratamiento de conductos.
