Implantes convencionales frente a miniimplantes dentales

En este vídeo, Dr. Rameek McNair explica las diferencias entre los miniimplantes dentales y los convencionales, centrándose en el diseño, la rentabilidad y el tiempo de recuperación.

La principal diferencia entre un miniimplante dental y un implante dental convencional radica en su diseño y tamaño. Los miniimplantes dentales están disponibles en varios tamaños, y a menudo me refiero a ellos como implantes de una sola pieza debido a su estructura integrada. Por el contrario, los implantes dentales convencionales, que yo denomino implantes de dos piezas, presentan un pilar o aditamento independiente. Este componente debe encargarse y fijarse al implante tras un periodo de cicatrización que dura varios meses.

El implante convencional de dos piezas requiere un mayor tiempo de integración con el hueso, que suele oscilar entre cuatro y diez meses. Este tiempo permite que el hueso crezca en las ranuras del implante, asegurándolo firmemente. Por otro lado, el miniimplante dental, al ser un diseño de una sola pieza, permite procedimientos más rápidos. A menudo, se puede colocar un diente en el miniimplante en un par de semanas o incluso inmediatamente después de que se integre el implante, lo que es significativamente más rápido en comparación con la espera de casi un año que requiere un implante convencional.

Otra ventaja significativa de los miniimplantes dentales es su rentabilidad. Cuestan aproximadamente la mitad que los implantes dentales convencionales y han demostrado excelentes tasas de éxito a largo plazo. Esto hace que los miniimplantes dentales sean una gran opción tanto en términos de tiempo de recuperación como de inversión económica.